Una caricia cálida y dulce que huele a hogar. Esta vela artesanal combina el inconfundible aroma del pastel de calabaza recién hecho con notas de canela, vainilla y nuez moscada, creando una atmósfera acogedora y reconfortante. Encenderla es como envolver tus sentidos en una tarde otoñal, entre risas, mantas y el suave susurro de la calma. Ideal para quienes aman los pequeños placeres y la magia sencilla de cada momento.